Hoy llegaron a las 37 semanas juntas... y lo siento en el aire, en el corazón, falta poco... cuándo será exactamente, no importa, lo importante es que está llegando el momento.
Y aquí estoy, emocionada, con ganas, dispuesta a estar para lo que necesites, para lo que necesiten, porque tengo la alegría, el honor, la dicha, el privilegio, de que me hayas dado la mano para subirme en la montaña rusa mágica a la que te vas a montar, para verte en tu momento de mayor brillo, dando a luz, descubriendo, reencontrándote con tu lado más mamífero, arrolladoramente salvaje.
Y en silencio estaré si así lo precisas, o gritaré con vos si me lo pides, o acunaré a tu hija María como si fuera mía mientras estés ocupada en el viaje, que sólo vos podés hacer pero que haremos todos juntos.
Y te daré mi energía si me la pides, y te convidaré de mis lágrimas si las necesitas o me iré hacia otro lado si lo deseas.
Tengo toda la fe en tu cuerpo, en tu mente, en tu alma, en tu corazón, Josefina te guiará en el camino...
Amiga, te adoro con el alma,
sigamos palpitando su llegada, que muy pronto,
estaremos sintiendo latir aquí su corazón.