A partir del título de este post uno podría pensar, que el tema principal del mismo sería los "famosos" límites a nuestros hijos (si son buenos, malos, necesarios, si se enseñan o se adquieren, etc.).
Pero en realidad no.
Como ya conté en la entrada "Bebes de mi...segunda parte". La dentición de Luca es un tramo difícil. Lo es sobre todo para mi. Con los dientes que ahora está cortando ya contamos una dentadura con una decena, es decir diez unidades. Cuando Luca corta dientes, rara vez tiene fiebre o se inquieta, pero siempre babea y lo más difícil: cambia su patrón de succión (aumenta la presión paulatinamente con los dientes durante la mamada) y eventualmente me muerde.
Esta particularidad, hace que durante estos tiempos darle la teta sea muy pero muy doloroso para mi. El dolor puede durar hasta el otro día o más. Y es algo que no me gusta contarlo demasiado, siento que es hacerle mala publicidad a la lactancia y que mis interlocutores se queden con la idea de que dar el pecho es doloroso. Tengo muy en claro que este dolor es sólo durante la salida de los dientes de Luca y que esto que nos pasa a nosotros no le tiene que suceder inevitablemente a todo el mundo.
Pues bien, ante esta situación, intento enseñarle a Luca a no morderme, se lo explico, se lo pido por favor, sabiendo que no lo hace a propósito, que aún no asocia que lo que yo siento lo produce él.
Pero el domingo, después de darle la teta todo el día con este patrón de succión intenso, mis pechos me dolían mucho, muchísimo. Al llegar la noche, y estando acostados para dormir, él estaba inquieto, daba vueltas, me pedía la teta, la largaba (cada vez que hacía esto me dolía), y yo explicándole que no lo hiciera. Hasta que tomando me mordió y giró la cara hacia afuera y vi las estrellas mal... y pegué un grito terrible, "LA PUTA MADRE LUCA!". Si con puteada y todo. Me miró asustado, sollozando, volvió a agarrar la teta y se fue quedando dormido. Y a mi se me fueron cayendo las lágrimas una a una, de tal forma que cuando salía de la habitación lloraba intensamente. No, no era que se me vino abajo la idea de ser la madre perfecta, porque no es lo que intento, tampoco era que con ese grito se borraba de un plumazo mi trato amoroso habitual hacia él. Era que sentí el límite. Por primera vez. Desde que nació Luca, nos fuimos amalgamando juntos, creando nuestro equilibrio, y si bien siento que hay días más intensos que otros, algo de resto queda, una sonrisa más encuentro, otra canción me acuerdo, algún juego entretenido me invento. Inclusive ahora, que teniendo mayor independencia en su desplazamiento, llega a rincones no aptos para bebes. Y todo esto sin sentirlo forzado, es como un fluir. Pero el domingo no, el domingo me salió un grito que yo sentí violento y eso me dolió. Porque no me reconocí en ese alarido, o en ese sentimiento de amor intenso pero a la vez rechazo hacia mi hijo por el dolor físico. Era como si no fuéramos nosotros.
Y lloré, lloré por todo eso y lloré porque nada quiero enseñar gritando, porque no me siento cómoda en ese lugar, porque lo siento un lugar violento.
Y lloré y mucho, porque me asusté, me asusté de encontrar mi límite, me asusté de sentir miedo a descubrir que sí hay cosas ante las que puedo reaccionar así...
Flor, como te entiendo. Creo que todas lo hacemos. Me parece que llega un momento en que nos parece que "no damos mas", de que ese cantaro que siempre tiene algo para dar, se quedó vacío. No te sientas mal, porque es algo natural lo que te pasó. Y me parece que temporal, porque despues de dormir unas horas sabemos que el cantaro no se vació, que fue sólo una sequia momentanea, y que estamos llenas de amor para seguir dando a troche y moche. Luca ya te perdonó, asi que vos también tenes que hacerlo, para aprender... siempre, de todo, aprendemos. Beso!!!!
ResponderEliminarAy Flor!!! Lo que te paso es normal! Somos humanas y hay veces que NO DAMOS MAS! Y sentir dolor fisico nubla un poco el razociño no? (esa palabra creo que la invente)
ResponderEliminarSabes las veces que me escuche decir cosas de las que tuve que pedirles perdon a mis hijas? Lo bueno es saber reconocer nuestros errores y pedirles perdon...y ellos siempre pero SIEMPRE nos perdonan♥
Es la primera vez que te leo y me has emocionado...
ResponderEliminarYo rozo mis límites todos los días, al principio también me asustaba, ahora lo veo venir, me alejo un poco y respiro hondo (a veces me tapo la boca con un cojín y chillo muy fuerte), luego vuelvo recuperada. Aprenderás a ver las señales, y cuando no las veas serás una madre más humana con capacidad para reconocer errores y pedir perdón.
Ánimo!!
Flor, una reacciona al dolor físico de forma natural, es un arma de defensa que se escapa de nuestro control muchas veces.
ResponderEliminarImagino como te sentiste, pero llega el momento en que una ya no agunata y no te sientas tan culpable, si Luca casi no lo notó.
Tú has dicho que esta es sólo una etapa y es cierto. Ayúdate con compresas frías con pañitos bañados en infusiones de manzanilla o matico.
Y no serás mala madre si le dices un "no" seco a Luca cuando muerda, muchas veces es el método que funciona.
Que todo reulte bien. Saludos.
Flor, es muy duro y triste, pero también es ser madre... llegar al límite, reconocerlo, aceptarlo... prometernos a nosotras mismas no llegar a eso nunca más sabiendo que será difícil, porque todo esto también forma parte de la maternidad. Y así como nosotros amemos a nuestros hijos "portándose bien" o "portándose mal", así como aún amás a tu hijo mordiendote la teta y haciendote doler, ellos igual nos quieren aunque alguna vez los retemos o gritemos o nos enojemos. Somos humanas, Flor, madres humanas, no te pongas mal :( un abrazo!
ResponderEliminarHola! Ay, cómo te comprendo. Yo cuando pierdo la paciencia o me sale algún grito feo, después me siento re mal.
ResponderEliminarMe acuerdo que cuando la gorda empezó a cortar los dientitos me mordía bastante y ¡¡¡cómo duele!!! y algunas veces no tenía ganas de darle porque me daba miedito de que me mordiera! Me ponía crema de caléndula como al principio, a cada rato y paños fríos. Y algo mejoraba. Pero de a poco la gorda también se fue habituando a los dientes y ahora que tiene dos años, tiene casi todos sus dientes y no me muerde más.
Espero que estés mejor, un beso.
Todos tenemos un límite, y me atrevo a decir que todos llevamos una parte violenta en nuestro interior. Entiendo que sientas miedo por haber llegado ahí, pero no somos perfectas.
ResponderEliminarPor ahora la pitufa no me muerde cuando está con los dientes, que lleva una temporadita, culete malo, moquitos, más ansiosa, mas demandante.
No creo que hagas mala publicidad de la lactancia, somos sinceras con lo que hay, y es que aunque hay momentos malos y/o difíciles todo lo compensa, porque son rachas.
Ánimo!
Besitos
Gracias a todas por pasar y por sus palabras, realmente me hicieron muy bien. La verdad es que fue un momento de angustia, de miedo por peder lo poco de paciencia que me quedaba. Se que somos humanas, que muchas veces no damos más, sin embargo la congoja me duró varios días para ser sincera.
ResponderEliminarMica: Gracias por tu apoyo, si bien las sensaciones tan intensas y desconcertantes me han durado un par de días... con el tiempo me voy sientiendo mejor :)
Bren: eso mismo es lo que siento!!! que el dolor va en aumento hasta que lo nubla todo.
Nely: espero como vos decís ir aprendiendo a ver las señales y poder anticiparme, el tema es que con el dolor, se me hace muy dificil, pero por suerte es hasta que corta los dientes y después todo vuelve a su cauce, el tema es el "mientras tanto", pero poder compartirlo con ustedes y recibir su apoyo es una alivio. Muchas gracias!
Ile: Gracias!!! leer esto: "Y así como nosotros amemos a nuestros hijos "portándose bien" o "portándose mal", así como aún amás a tu hijo mordiendote la teta y haciendote doler, ellos igual nos quieren aunque alguna vez los retemos o gritemos o nos enojemos", me hizo muy bien... aunque parezca algo lógico, a veces uno suele olvidarlo verdad?. Muchas gracias!!!
Carol: La verdad Carol, es que es todo un desafío estos momentos. Muy duro, porque el peque recién comienza a probar con interés sólidos y ni de lejos esa es SU comida, su alimentación es lactancia maternar exclusiva, asique es teta y más teta... lo cual hace que por muchos momentos no de más!!! Pero trato de recordarme que se trata de una etapa y que tiene FIN.
Carol: qué bueno que a la pitufa no se le de por morder o cambiar su succión. Lo de la mala propaganda de la lactancia... cómo puedo explicarlo? Muchas mujeres, sobre todo las que no han parido aún, o las embarazadas tiene este temor, que el bebe las muerda... y siempre que hablan del tema ponen cara de horror... y yo por decir esto que nos pasa a nosotros (que es verdad que no es SOLO a nosotros) temo que queden impresionadas, o "pegadas" a esa idea, pero también por otro lado pienso que debería ser sincera, porque la realidad es que en la lactancia a demanda no TODO es color de rosa, y es bueno sincerarse y no dar una imagen equivocada, que sería que en la mayoría de las lactancias actuales no hay inconvenientes o desafíos a superar, que es necesario la conexión entre mujeres para apoyarnos y para compartir información... pero ya ves, aún tengo temor de un impacto negativo de mi mensaje.
Gracias a todas, de corazón por haber pasado, por brindarme su apoyo, sus palabras que tanto bien me hicieron, gracias por hacerme sentir que tengo una red de contención.
Besazos a cada una de ustedes
Flor
Te va a sonar raro esto, pero descubrí no estar tan errada... nos venden una maternidad color de rosa, de publicidad: una mujer de cuerpo perfecto, maquillaje perfecto, lola perfecta, dando pecho a un bebito perfecto en una habitación perfectamente decorada, ambos sonriendo, radiantes, limpios... perfectos. Y esa no es la maternidad real... somos HUMANAS, por ende, la perfección es un ideal, no una realidad absoluta.
ResponderEliminarEncontrarnos con estos "puntos oscuros" en nosotras, en el camino de criar a los hijos, nos hace ver que somos eso: HUMANAS. Que no se puede estar sin dormir, sin comer, sin descanso, sin dolores, sin mal humor... no sería normal.
Nos ayuda a descubrir nuestros límites. Si nosotras mismas los desconocemos, no sabríamos hasta dónde llegar. A veces afloran antes, a veces no... pero creo que es muy importante encontrarlos, para poder pedir ayuda a tiempo o tomar decisiones que nos ayuden.
Entre la mastitis de la que estoy saliendo y los mordiscones de Liam, no doy más. He llegado al punto de la lactancia donde ya me voy planteando el destete, por primera vez en 15 meses!!! Me ha pasado antes con las nenas, solo que mucho muchísimo antes. Pero bueno, esto me está marcando MI límite y sé que si lo ignoro, luego va a ser peor.
A lo que voy es a que como te dijo Bren, esto es normal, y además es sano!! Mejor no ignorar ninguna faceta nuestra, no?? Es bueno conocerse.
No te amargues, fijate si podés aliviarle el dolor al gordito antes de darle el pecho. Nosotros estamos haciendo eso: está con ibuprofeno cada 8hs por recomendación de la pediatra y antes de que chupe me aseguro de que haya jugado un buen rato con sus juguetes-mordillos, sino... =S Va funcionando lento, pero al menos va funcionando.
Espero de corazón que puedan superar esta etapa dolorosa para ambos (en vos las lolas, en él las encias) y que quede pronto en el olvido.
Apapachos miles. =)